Si pensamos en cualquier tipo de alfombras lo primero que nos viene a la cabeza son las de estilo clásico de pura lana virgen con estampados étnicos, como las persas. En realidad, las posibilidades a las que tenemos acceso hoy en día son infinitas y no solo nos referimos al tejido y color de la alfombra.
La forma geométrica que más abunda en el mundo de las alfombras y la que es más habitual encontrar en una vivienda es la rectangular, incluso la cuadrada, pero resulta que tras estos formatos habituales, las alfombras redondas son precisamente las más usadas.
A bote pronto, se podría pensar que a pesar de ser una solución muy original, a la hora de la verdad, combinar una alfombra redonda con el resto de muebles puede ser una tarea complicada. Nada más lejos de la realidad.
Las alfombras redondas tienen cada vez más demanda puesto que al romper con el formato tradicional suelen encajar muy bien en salones, en habitaciones infantiles y al ser bastante llamativas, suelen cumplir a la perfección con el cometido de atraer la atención hacia un espacio en particular, como una zona de relax.
Y ya que hablamos de salones, Mundoalfombra recomienda que, si es lo suficientemente grande como para poder hacer varios ambientes en él, una alfombra circular de grandes dimensiones colocada de manera que su superficie no quede escondida por debajo de ningún mueble o elemento, dota de mucha personalidad a la estancia.
Para mayor lucimiento de la alfombra, si el suelo es oscuro, la alfombra debería tener tonalidades más claras. Así se consigue que resalte todavía más en el entorno.
Una alfombra redonda también funciona muy bien bajo una mesa de comedor cuyo formato sea circular, aunque si es lo suficientemente grande, también puede colocarse debajo de una mesa cuadrada o rectangular.
Aunque el mobiliario oculte parte de su superficie, al ser esta de dimensiones superiores, su forma seguirá destacando y, al mismo tiempo, servirá como el perfecto delimitador de espacio.
Una alfombra circular también puede servir para cubrir espacios muy grandes en los que quedan zonas diáfanas, sobre todo si estas son cuadradas. La alfombra aportará calidez al espacio y además lo convertirá en un punto de atracción, además, sobre ella se puede colocar algún mueble especial que se quiera resaltar.
Alfombras redondas con medidas estándar.
Suelen ser alfombras de estilo clásico con un tamaño de 170 o 200 cm de diámetro. Éstas son adaptaciones o creaciones que complementan a diseños en formato rectangular clásico.
Poco menos habituales en tamaños estándar, son las alfombras de colores lisos de pelo medio o algo también tejidas con formas redondas. Al ser de colores lisos es más habitual encontrarlas en formato a medida.
Por último, también se han puesto de moda las alfombras redondas de fibras naturales, principalmente de yute o cáñamo. Estas alfombras suelen estar fabricadas de forma manual en la India, a partir de trenzas o incluso elementos decorativos inspirados en el crochet. Suelen ser alfombras con un fin más decorativo que se colocan en estancias de poco uso.
Alfombras a medida en formato redondo
Existen modelos de alfombras fabricados en rollos que se pueden cortar y confeccionar con el diámetro que se quiera. Normalmente, la inversión en una alfombra redonda no suele variar del de una alfombra cuadrada o de cualquier otro formato. Sí que hay que tener en cuenta el posible remate o borde, ya que para alfombras redondas los tipos de remates disponibles son más limitados.
Las posibilidades que ofrece un modelo de alfombra que pueda cortarse a medida son infinitas. El único límite es la imaginación y el tamaño de los materiales.
En una alfombra redonda a medida, el acabado o borde más usual cuando se corta, para que quede perfecta donde se coloque, es el festón o cinta. Así se integra al máximo con los colores y estilo de la alfombra.