Comprar un sofá es una de las inversiones más importantes que probablemente hagas para tu nuevo hogar. En la sala de estar, es un mueble donde descansamos, leemos, comemos, nos entretenemos con familiares y amigos, pasamos horas viendo la televisión e incluso dormimos. Por eso, tiene sentido que nos tomemos el tiempo para invertir en uno que dure años. Con esa idea en mente, a continuación veremos algunas cosas a tener en cuenta al elegir un buen sofá.

Desde tomar medidas hasta elegir un buen marco, son ejemplos de cosas básicas que debes considerar.

Prueba antes de comprar.

Cuando estás buscando un colchón nuevo, probablemente haces la antigua prueba del fondo. Bueno, la misma teoría se aplica a un sofá. El sofá promedio tiene una profundidad de asiento de al menos 60 cm, lo que da mucho espacio para maniobrar. Pero las profundidades de los asientos varían, así que definitivamente prueba diferentes estilos para asegurarte de obtener un buen soporte para la espalda. Cuando se trata de la altura del asiento, la mayoría de los diseños tienen entre 45 y 50 cm de altura. No hay una medida correcta o incorrecta, así que nuevamente, antes de comprar debes estar seguro que se adapta a los gustos de toda la familia.

Adicionalmente, los expertos también dicen que es importante tener en cuenta cómo te gusta descansar. Por ejemplo, si conviven dos personas a las que les gusta sentarse con las piernas encima del sofá, deberán comprobar que el sofá es lo suficientemente grande para que puedan acomodarse los dos. O, en su lugar, considera adquirir una chaise longue o un sofá reclinable.

Por otro lado, si prefieres acostarte en el sofá, asegúrate de que sea lo suficientemente largo para que puedas estirarte. A las personas más altas también les puede resultar más atractivo un sofá con un respaldo más alto, pues ofrece un soporte adicional.

Invierte en un buen marco y revisa los complementos.

Gasta todo lo que puedas en un marco de calidad: te ayudará a pasar muchos años descansando. Un marco de madera maciza es una buena opción, pero ten cuidado con los tableros de comprimido y aglomerado o de metal. Además, toma nota de la garantía antes de comprometerte: opta siempre por fabricantes que ofrezcan un periodo de prueba considerablemente largo, pues habitualmente son de mejor calidad.

Recuerda que lo que hay dentro de un sofá es tan importante como lo que se usa en el exterior. Cuando se trata del respaldo y el asiento del sofá, los cojines rellenos de plumas son muy cómodos, mientras que los rellenos de espuma o fibra pueden aplanarse y perder su forma con el tiempo. ¿La solución perfecta? Los expertos recomiendan elegir una combinación de pluma y espuma, ya que las plumas aportan confort mientras que la espuma proporciona estructura. Entonces, los cojines de respaldo rellenos de plumas, complementados con cojines de asiento rellenos de espuma o fibra funcionan bien.

Adicionalmente, tanto si eliges un color atrevido, o un patrón geométrico como si eliges un color neutral, la elección de tela de tapicería tendrá un gran impacto en la habitación. Por eso, dedica suficiente tiempo a su elección para que te asegures de que encaja con el diseño general de la casa. Los materiales naturales pueden desvanecerse con la luz solar intensa, así que opta por una tela sintética si el sofá estará cerca de una ventana. Es particularmente importante tener en cuenta que si tienes un perro o un gato debes optar por una tela que sea fácil de limpiar. En este caso, vale la pena investigar el coste de las fundas para sofá, ya que se pueden quitar para limpiarlas.

Honestamente, no hay nada peor que comprar muebles que no encajan en tu hogar, así que antes de comprar, mide el espacio disponible. Saca la cinta métrica y asegúrate de estar seguro de las dimensiones máximas del sofá que se adaptarán adecuadamente al espacio de la sala de estar.

De hecho, es importante tener en cuenta tanto el ancho como la profundidad del sofá. Presta atención a la profundidad del sofá, especialmente si estás comprando para amueblar una habitación más pequeña. Esto es sumamente importante porque la profundidad del asiento rara vez cambia de los sofás más grandes a los más pequeños. Además, ten en cuenta la altura del sofá, sobre todo si tu habitación tiene radiadores o estanterías. Todos estos detalles contribuirán a que encaje perfectamente en el espacio disponible.

Un consejo para que te asegures de que el sofá se ajusta al espacio disponible es recortar la forma aproximada con una hoja de un periódico y colocarlo en el suelo de la habitación. Esto te permite comprobar que tienes suficiente espacio para caminar con facilidad y que has dejado espacio suficiente para estanterías, radiadores y otros muebles, así como para abrir armarios, puertas y ventanas.

Finalmente, verifica las dimensiones de las puertas y escaleras por las que tendrá que pasar el sofá en el momento de la entrega. Además de evitar que las paredes sufran rozaduras, evitarás un contratiempo debido a que el mueble no pase a través de las entradas disponibles. Si el acceso es limitado, es posible que debas optar por un estilo de respaldo bajo, uno con patas que se puedan quitar o incluso un diseño modular que se puede entregar en secciones. O si tienes una habitación pequeña, considera un biplaza o un snuggler. Puede que tengas el sofá de tus sueños a la vista, pero también tienes que ser práctico. La buena noticia es que nunca ha sido tan fácil personalizar un sofá para que realmente funcione para ti y tu espacio.

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