Si eres nuevo en el mundo de los vinos, es posible que la gran variedad de tipos disponibles te resulte abrumadora. ¿Cómo determinar cuál es el adecuado? ¿Y cómo se elige un buen vino para probar por primera vez? En este artículo, daremos una descripción general básica para que la próxima vez que estés en el pasillo de los vinos, no entres en pánico.
Vinos Tintos
Los vinos tintos se elaboran a partir de uvas negras fermentadas con la piel. De ahí es de donde proviene el color rojo característico de este vino. Normalmente tiene un alto contenido de taninos, lo que provoca ese sabor amargo y seco en la boca después de tomar un sorbo.
Algunas selecciones iniciales podrían ser Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Zinfandel, Chianti y Beaujolais. Combina el vino tinto con platos abundantes que contengan carne roja, como costillas a la barbacoa, hamburguesas y bistec, pasta o pizza. Es mejor beber vinos tintos a temperatura ambiente o ligeramente por debajo de ella. Esto se debe a que si enfrías el vino tinto, los taninos que contiene se vuelven amargos. Además, cuanto más oscuro o nuevo es el vino, más taninos tiene. Por eso, elige el vino más viejo que haya pues tendrá un sabor más agradable.
Vinos Blancos
Los vinos blancos se elaboran tanto con uvas blancas como con uvas negras. Pero mientras que los vinos tintos se fermentan con las pieles de la uva, los vinos blancos no. En cambio, se separan para que solo se use el jugo claro de la uva. El vino blanco tiene pocos taninos; su naturaleza ácida es lo que destaca sus sabores frescos, crujientes y ácidos.
Es recomendable probar el Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Grigio y Riesling. El vino blanco combina mejor con platos más ligeros, como aves, pescado y otros mariscos, curry, queso, ensalada y papas fritas. Recuerda enfriarlo antes de beberlo para resaltar sus sabores.
Vinos Rosados
Este vino es conocido por su color rosado, el cuál se crea cuando el jugo de uvas negras se fermenta con las pieles durante un período de tiempo muy corto. Al igual que el vino blanco, es bajo en taninos, aunque algunos rosados son secos. Es muy popular para las fiestas de verano y es una excelente opción como vino de entrada debido a su sabor ligero y dulce.
El rosado combina bien con platos ligeros y refrigerios, que incluyen aves, pescado, frutas, papas fritas y salsa, y queso.
Vinos espumosos
Los vinos espumosos son carbonatados, de ahí su aspecto burbujeante. Están hechos de uvas negras y blancas, y el dióxido de carbono es un subproducto natural de la fermentación. El vino espumoso más conocido es el champán, que se suele utilizar en celebraciones como Año Nuevo y bodas.
Combina muy bien con alimentos ligeros, como quesos blandos, mariscos, incluidos salmón ahumado y camarones, ensalada y fruta fresca. Habitualmente, el champán se sirve en copas altas y delgadas porque ayudan a retener la temperatura y las burbujas del vino espumoso.
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