El queso se ha elaborado cuidadosamente a lo largo del tiempo para convertirse en uno de los elementos más valorados en el ámbito culinario. Los diferentes tipos de queso se crean a partir de diversas clases de leche y a través de métodos variables. No sorprende que se utilice en miles de formas, desde sofisticadas recetas de alta cocina hasta unos simples nachos.

¿En qué se diferencian los tipos de queso?

Ya sea que estés tratando de encontrar el mejor queso para una pizza o un auténtico plato de pasta, es importante comprender qué hace que cada tipo de queso sea único. Dado que se enumeran según su firmeza, los niveles de humedad juegan un papel importante en el proceso de selección. Un contenido de humedad más alto da como resultado un queso más blando, mientras que un grado de humedad más bajo da como resultado un queso más duro. A veces, ciertos tipos de queso están recién hechos y se comen ese día, otras veces los quesos se dejan envejecer durante meses, ¡incluso años! Cuanto más envejece un queso, más complejos se vuelven los sabores.

Mientras ocurre este proceso de envejecimiento, se forma una capa dura alrededor conocida como corteza. Esta se vuelve más gruesa a medida que el queso envejece o se lava con salmuera, lo que desarrolla aún más el perfil de sabor. Dependiendo del grosor de la corteza, el sabor a hongos es más tostado.

Los tipos de quesos también difieren en función del tipo de animal que suministra la leche. El entorno natural crea un cierto tipo de gusto por el queso utilizado, por lo que existen diferencias en estilos y gustos entre cada tipo. 

¿Cuántos tipos de queso hay?

Debido a que el queso es un ingrediente muy antiguo y que todas las culturas del mundo lo preparan de diferentes maneras, es difícil estimar cuántos tipos de queso hay. Las diferencias entre estas variedades pueden jugar un papel cultural importante en las áreas de donde son originarias. Por ejemplo, factores como el tiempo de maduración y el lugar donde se producen los ingredientes determinan la diferencia entre el queso parmesano y el queso parmigiano reggiano.

Dado que hay tantos tipos individuales de queso, es útil agruparlos según las características compartidas. Por eso es posible clasificarlos en seis tipos según la textura: frescos, blandos, semiblandos, semifirmes, duros y de vena azul. Cada uno de estos tipos presenta muchas variedades de quesos. 

En cualquier caso, el queso fresco es un producto sin añejar, sin madurar, sin corteza y presenta el mismo color blanco brillante por dentro y por fuera.  La textura varía, pero el sabor suele ser suave, ligeramente ácido.  

El queso blando, por su parte, es madurado entre 0 y 30 días y contiene un alto contenido de humedad. Se sirven mejor a temperatura ambiente, Inmediatamente, se percibe un sabor a mantequilla ligeramente salada, seguido de un toque de dulzura y una brillante acidez de suero de leche.

Existen otros tipos de quesos, con sabores únicos. Puedes probarlos fácilmente, pues en la comparativa de quesos online encontrarás la mejor relación calidad-precio de las mejores marcas.